"Vivimos en una sociedad de la victimización,
donde la gente es mucho más cómodo ser víctimas de realmente ponerse de pie por sí mismos".
Marylin Mason.
Ya en la recta final de este proceso electoral, se han venido dando muchos
procesos, unos ya vistos, otros escondidos y los demás dedicados a no dar
buenas propuestas o recurrir al mesianismo o las propuestas fuera de la realidad,
que solo ofrecen atole con el dedo al electorado que confía en ellos para que sea
sean sus gobernantes, creando visiones totalmente adversas, fueras de realidad,
idealizando escenarios para llamar la atención, creando psicosis, miedo, enojo
entre la población.
Y es que es tanta la desesperación para llamar la atención de los demás que
recurren a cualquier método para llegar a la victimización, para que todos los días,
aprovechar la justificación, de lo que ya se sabe (y de seguro) será una derrota
adelantada, que en lugar de dedicarse a continuar con esa estrategia inicial (que
de seguro fue un verdadero fiasco) recurre a trucos baratos para crear caos en el
caos, y desde ahí (según ellos) salir ganadores en la contienda electoral, creo que
en eso vamos de mal en peor, porque eso no es propuesta para mejorar entornos,
es solo hacer leña del árbol caído.
Pero tal parece que todo eso obedece a manuales de procedimiento, dictamos por
mentes reaccionarias de las fuerzas oscuras retrogradas, que abonan al
oscurantismo para crear momentos de incertidumbre, inmovilizar el voto y no
seguir generando movilidad cívica de acuerdo a sus preferencias o creencias
políticas a favor de su candidato.
La victimización es una de las maneras que tienen los oscurantistas de
convertirnos en sujetos pasivos, asustados, dependientes y sumisos. Es una de
las formas más eficaces para ejercer poder. El poder que se ejerce desde una
forma de pensar, una forma de pensar hegemónica como es la pretensión de la
estructura que solo imagina cosas, las corre mediante el rumor, las instala y las
ejecuta, cuando se descubre la mentira es demasiado tarde y solo acarrea enojo y
malestar. Crear esa forma es crear subjetividad.
Las instituciones sociales refuerzan el sentimiento de victimización en cada una de
nosotros a la vez que dirige estos sentimientos en direcciones que refuerzan la
dependencia en seguir creyendo rumores.
No hay mejor sistema que contar el rumor entre la población con historias de
amenazas de gente que no existe, pero que cobra una gran fuerza en cada
cabeza a través del miedo. A pesar de que las historias tienen normalmente una
base real, son presentadas claramente para fortalecer la sensación de miedo.
Cada una de estas ideologías refuerza la idea de victimización y canaliza la
energía de los individuos, sin hacer un examen de la sociedad en su totalidad ni
romper con su rol que sólo la reproduce.
Creo que somos más lo que no debemos dejarnos y hacer a un lado este tipo de
actividades que nada abonan a mejorar las condiciones de los entornos en donde
estamos, vale la pena exigir mucho a cada uno de esos desesperados que solo
buscan ganar votos, apelando a la compasión de los demás, dejando a un lado la
propuesta y apostando al miedo de los demás para crear un modelo de
victimización, que sólo reproduce mecanismos de dependencia para curarse en
salud, sin crear conciencia y solo (según ellos) según ellos alzarse con la victoria,
una victoria que ni les va a llegar, solo radicalizará más actividades para meter
miedo y hará crecer el rumor sobre una realidad fantasma, acarreada desde lo
más falso de la falsedad posible.
A estas alturas del partido, "el experto en el arte de la guerra vence al enemigo sin
combatir, toma las ciudades sin asaltarlas y derroca al Estado sin campañas
prolongadas".